Las fibras de una graduación

En el último acto de colación de egresados del Balseiro hubo discursos que van a quedar en la memoria de los participantes. En esta selección de discursos, se puede mirar y escuchar qué fibras se mueven en los estudiantes, en los directivos y en las autoridades cuando el esfuerzo conjunto rinde sus frutos. 

Publicado el 03/09/2024

El Balseiro es una institución de educación pública, en donde los tiempos se respetan a rajatabla, con el objetivo de que un estudiante pueda recibirse en los plazos previstos. También el tiempo que sucede entre que rinden su tesis final y el acto de graduación se reduce al mínimo, días, a veces horas. 

Eso hace que todo cobre una fuerte intensidad, en la que cada paso va tocando profundas fibras internas, que vibran y se muestran, como sucede en los momentos de límites, en estos actos que dan fin a un ciclo. Suelen emerger, así, voces de verdades motoras, de sentires, de objetivos cumplidos, de miradas estratégicas de la vida, palabras que vale la pena compartir. 

En el acto de colación del pasado 28 de junio, cuando se graduaron promociones de Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica y distintas carreras de posgrado, el primero en pasar al estrado fue Agustín Giménez, recién recibido de Ingeniero Nuclear quien contó que a pesar de “sentirse chiquito frente a la ciencia” sabía que el Instituto Balseiro le había dado las herramientas para poder enfrentarlo. 

Acto seguido subieron Joaquín Fabiani y Luciano Casanova, los dos Ingenieros Mecánicos graduados. Entre lágrimas dieron un discurso a dúo, demostrando el fuerte lazo que habían logrado después de cursar esta carrera juntos. Como en un show de stand up, despertaron aplausos y risas entre los presentes. Agradecieron a sus familias y a la educación pública y dejaron un mensaje esperanzador a todos los graduados: que tengan en claro que son capaces de hacer cualquier cosa que se propongan, y que tienen el corazón para sobrepasar cualquier mal momento.

Las voces de las autoridades: la alegría del objetivo cumplido. 

El director del Instituto Balseiro, Mariano Cantero, hizo un raconto del camino que han hecho estos jóvenes, la institución y la sociedad toda para llegar al objetivo de tener profesionales de este nivel. Destacó que las y los estudiantes, estudiaron, pero su graduación fue porque también hay trabajo en equipo entre Comisión Nacional de Energía Atómica, de la Universidad Nacional de Cuyo, de los docentes, del equipo de apoyo y de la sociedad argentina toda que sostiene esta institución pública. Cerró con una frase para rescatar al respecto de esta graduación: “Nada es inmediato, ni producto de genialidades. Es producto del esfuerzo sostenido”. 

Acercándose al final del acto, se hicieron presentes las voces de los representantes de las instituciones madres del Instituto, la CNEA y UNCUYO. El primero fue Luis Rovere, vicepresidente de la CNEA, quien asumió recientemente su cargo. Fue la primera vez, entonces, que Rovere tenía la oportunidad de pronunciarse a los estudiantes, desde ese lugar. 

Rovere ya lo había hecho antes, desde otros roles, ya que fue estudiante del IB y también docente. En sus palabras invitó a los recientes profesionales a sumarse a los proyectos que tiene CNEA, que son muchos y muy interesantes. “Es increíble la cantidad de proyectos, de ideas, que están hirviendo por todos lados”, comentó. 

A su turno, Esther Sánchez, rectora de la  UNCUYO, insistió en que la formación recibida por estos nuevos ingenieros, es integral, no sólo técnica sino también en valores. “Esperamos que ustedes lleven esos valores y los manifiesten a través de sus acciones y sus contribuciones, donde sea que les toque estar trabajando, desarrollándose, aportando”,  pronunció a las graduadas y graduados, intentando conectarlos con su nuevo rol y sus nuevas responsabilidades como profesionales.

Las fibras internas de cada uno estaban a flor de piel. Y eso permitió que por momentos los participantes puedan olvidarse del protocolo y poner la fuerza que motoriza su quehacer sobre la mesa, en sus discursos. 

Fue así que la última en hablar fue Graciela Bertolino, vicedirectora del IB por el Área de Ingeniería. Ella tiene un rol fundamental en el día a día de los estudiantes, en guiarlos en su cursada, en saber cómo sostener las exigencias de esta particular institución. Emocionada sobre el final, y en el contexto que vive la universidad este año, aprovechó para transmitir a los graduados que “si son embajadores de algo, son de la educación pública. Que se les incruste muy dentro del corazón”. 

Así, esta graduación se cubrió de sentimientos, de expresiones motoras, de enseñanzas para la vida, porque al final de cuentas, de eso se trata. De cómo vivir la vida y de qué enseñanza dejar al futuro. En los cierre de etapas, cuando hay que hacer un balance, siempre es más honesto cuando las palabras se enlazan a las fibras internas que hacen emocionarse y valorar lo conseguido.  

 

Más información:

Pueden acceder al acto de colación completo en: https://www.youtube.com/live/v53CQW0xyxQ?si=TjUkhOepR5c0cbM6

La nota sobre el acto la pueden encontrar en:

https://www.ib.edu.ar/comunicacion-y-prensa/noticias/item/2775-colacion-ingenieria-nuclear-mecanica-balseiro-2024.html

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Por Ramiro Sáenz Valenzuela / ACIyP – Instituto Balseiro (CNEA-UNCUYO)

Crédito imagen: Lucía Jalil

Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 03/09/2024

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